Obreros evangélicos

Prefacio

Llamados a una vocación santa

En lugar de Cristo

Guardias espirituales

La fidelidad en el servicio

Ejemplos de constancia humana

El carácter sagrado de la obra

La comisión de Isaías

El campo es el mundo

El evangelio a todos los países

La responsabilidad del ministro

Una carga por las almas

Hambrientos por el pan de vida

La urgencia de la obra de Cristo

La perspectiva

Ministros de justicia

Cristo nuestro ejemplo

Sencillez en la enseñanza de Cristo

A ricos y pobres igualmente

Cristo como maestro

Una lección para nuestro tiempo

La experiencia de Enoc

La experiencia de Juan el Bautista

Pablo, el apóstol a los gentiles

La preparación necesaria

Los jóvenes en el ministerio

Los jóvenes han de llevar cargas

La necesidad de obreros preparados

La educación para la obra misionera

La preparación de soldados

Facilidades de preparación

La suficiencia propia

Los jóvenes como misioneros

Las lenguas extranjeras

Se necesitan jóvenes para los lugares duros

Los obreros y la cultura de la voz

Venciendo defectos

Una enunciación distinta

“Procura con diligencia”

Un conocimiento superficial

El colportaje como educación para el ministerio

Necesidad del estudio de la Biblia para la eficiencia

Los predicadores jóvenes deben trabajar con los de más edad

El jóven predicador

“Ten cuidado”

No hay excusa para la ignorancia

El pago de la hospitalidad

La necesidad de firmeza

Las calificaciones

La consagración

Se necesita una consagración más profunda

El tacto

La discreción de Pablo

En campos nuevos

La gracia de la cortesía

El comportamiento apropiado

Los predicadores han de dar un ejemplo digno

Las relaciones sociales

La decisión y la prontitud

La cosecha—Un sueño

Elementos esenciales para el servicio

La simpatía

La integridad

La unión con Cristo

La humildad

El fervor

La fidelidad

La vida diaria

El predicador en el púlpito

“Que prediques la palabra”

La política en las cosas sagradas

Como agudas saetas

La distribución del pan de vida

La predicación de Cristo

El amor de Dios

El camino a Cristo

La justicia por la fe

Consejos a un evangelista

Sugestiones prácticas

El cuidado en los modales y la indumentaria

La oración en público

La reverencia en la oración

Nuestra actitud en la oración

El subpastor

El buen pastor

El ministerio personal

Visitando los hogares

La obra del pastor

Los estudios bíblicos con las familias

El valor del esfuerzo individual

La mujer de Samaria

Una división del trabajo

Preparación de ayudantes de iglesia

Salvados por los esfuerzos en favor de otros

La iglesia como cometido sagrado

La esposa del predicador

El predicador en su hogar

La cortesía en el hogar

“Apacienta mis corderos”

La predicación para los niños

Cómo conquistar los sentimientos de la juventud

Los jóvenes han de desempeñar una parte en la obra de la iglesia

La confesión del pecado

La sumisión a la voluntad de Dios

Los agentes terapéuticos

La oración por los enfermos

La enseñanza de la generosidad

El empleo del diezmo

Una obligación solemne

El sostén del evangelio

La influencia de la alimentación sobre la salud

Los predicadores han de enseñar la reforma pro salud

Como presentar los principios de la reforma pro salud

El predicador y el trabajo manual

Régimen insuficiente

Nuestro deber en la preservación de la salud

Peligros del exceso de trabajo

El estudio de la Biblia

La oración secreta

La incredulidad y la duda

La fe

“Ánimo en el señor”

Momento de confianza y privilegio

El valor

Cómo prepara Dios a sus obreros

Tomad tiempo para hablar con Dios

Nuestra mayor necesidad

El examen propio

Aprovechamiento de los momentos libres

Necesidad de la cultura mental

El mejoramiento propio

Las promesas de Dios sujetas a condiciones

El Espíritu Santo como educador

Efecto de la recepción del espíritu

Nos acercamos al fin

El Espíritu Santo

Desarrollo y servicio

Ayudas en la obra evangélica

La prueba de una nueva luz

El peligro de rechazar la luz

Desvío de las mentes del deber actual

Una renovación del testimonio directo

La palabra de Dios nuestra salvaguadia

Una amonestacion contra las falsas enseñanzas

La sana doctrina

El fanatismo

La humildad de los predicadores jóvenes

Días de conflicto y angustia del alma

La confianza propia

Cómo hacer frente a los acerbos ataques

La tolerancia hacia los demás

No debemos cercar el camino

Palabras de prevención

Los talentos

La fraternidad humana

El espíritu exclusivo

La preparación para el servicio

El cuidado en la educación de los jóvenes

El ejemplo de Cristo condena el espíritu exclusivista

Dios no hace acepción de personas

El retraimiento

Especulación en tierras y minas

Los ministros y los asuntos comerciales

Peligros

Enseñanza de los principios de la reforma pro salud

Trabajad por las clases pudientes

Ampliemos nuestras fuerzas

Los centros de comercio y tránsito

El trabajo en las ciudades

Métodos teatrales

Preliminares

El formalismo en el culto

Mantengámonos en la afirmativa

Consejos acerca de la obra en las ciudades

La obra en pro de la salud

La obra misionera médica en las ciudades

La misión urbana como escuela

El esmero

La prudencia al condenar lo malo

Cómo tratar las objeciones

Cómo hacer frente a la oposición

No se han de buscar las discusiones

Métodos deficientes

El debido empleo de los dones de la providencia

La causa de la parálisis moral

La obra de la temperancia

La libertad religiosa

“Separaos”

Nuestra actitud frente a la política

La obra por los judíos

Para conseguir asistencia

Asuntos administrativos

El adiestramiento de los obreros jóvenes

Importancia de los congresos

Menos predicación, más enseñanza

La siembra y la siega

Métodos

No busquéis el consejo de los hombres

No hagáis del hombre vuestro confesor

Un cambio de obreros

Los presidentes de asociaciones

Responsabilidad en la asociación

Es una compilación revisada y agrandada con otros escritos de Elena G. de White. Se ha convertido en un manual importantísimo para aconsejar e instruir a los ministros, y para otros obreros misioneros del movimiento Adventista del Séptimo Día. 

Obreros Evangélicos

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Palabras finales